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Si miráramos las bodas cual película que opta a un Oscar, el padrino sería ese actor secundario que siempre está, que juega un papel fundamental y que se convierte en personaje imprescindible en ese día B.

Es en la Edad Media cuando aparece esta figura, pero con un origen bastante negativo: era una persona de confianza que ayudaba al novio a «conseguir» a la chica, haciendo de intermediario con el padre de la misma… y ya sabemos que entonces lo de las bodas de conveniencia estaba a la orden del día. Afortunadamente, los tiempos han cambiado y hoy en día nada tiene que ver. El padrino es una persona muy allegada a los novios. Tanto que, en España, generalmente es el padre de la novia (salvo casos de excepción por falta del mismo o por querer darle más protagonismo a alguien especial, como puede ser un hermano). En EEUU, el hermano o mejor amigo del novio.

Últimamente está muy de moda (y a mí particularmente me encanta), el dar un pequeño obsequio para encomendar, a quién quieres que sea tu padrino, semejante tarea: unos calcetines chulos, una pajarita, el prendido… Es dar importancia a esos pequeños detalles y a cada momento de la preparación de tu día B.

En cualquier caso, el padrino tiene asignadas una serie de funciones nupciales:

Entrega del Ramo de Flores de la Novia

Es el encargado de hacer entrega del ramo a la novia, antes de salir de casa. En medio de esos nervios y últimos preparativos de la auténtica protagonista de la película, el padrino le hace entrega del ramo de flores que la acompañará ese día y que, como todo, tiene su propio significado, pero que dejaremos para otro día. Además, es tradición que se lea unas palabras en ese momento, o incluso algún verso, pero eso ya depende del estilo de cada uno.

Acompañante de la novia hasta el lugar de la ceremonia

Acompaña a la novia hasta el lugar de la ceremonia, bien sea en coche o andando, según la tradición del lugar o lo que los novios decidan que quieren hacer en su día. Es el último momento íntimo entre padrino y novia, entre padre e hija. Es un momento es muy personal y bonito. Las emociones afloran y es inevitable pensar que tu niña, esa que hace no tanto jugaba con muñecas, ahora es una mujer preciosa, vestida de novia a punto de dar un paso fundamental en su vida, contigo al lado, como siempre.

Llevar a la novia al altar

Es el encargado de llevar a la novia al altar… ¿Quién no se ha emocionado al ver a esos orgullosos padres-padrinos hacer el paseíllo llevando del brazo a su niña? Seamos realistas: las niñas solemos ser el ojito derecho de los papis, y ese día es como si nos soltaran la mano y nos dejaran volar solas, sin el cobijo de su ala. Sin duda, es un momento muy especial de toda la ceremonia de la boda, de máxima complicidad entre padre e hija, de emoción a flor de piel. Para una novia se juntan en tiempo y espacio, los hombres de su vida. Lo habitual es llevar a la novia agarrada del brazo izquierdo, salvo si el padrino va con traje militar y sable, en cuyo caso será del lado derecho (pues el sable se porta en el lado izquierdo).

Encargado de guardar las alianzas

Tradicionalmente es el encargado de guardar las alianzas, las cuales se las dará al oficiante de la ceremonia en el momento adecuado. No obstante, cada vez es más común llevar «niños de arras», que además de las mismas, guardan también las alianzas, ayudando en la tarea al padrino. Por cierto, que el protocolo dice que el padrino debe de estar sentado, durante la ceremonia, al lado del novio y en la parte derecha de la bancada, mientras que la novia y la madrina se sentarán en la parte izquierda. Sin embargo, esto del protocolo da para otro post entero y yo soy partidaria de que la colocación debe ser, como todo, a gusto de los novios.

Acompañante de la madrina al final de la ceremonia

Acompaña a la madrina, esa actriz secundaria,  en la salida de la ceremonia, delante de los novios, que serán los últimos para el momento arroz-confeti-pétalo-cualquier cosa. Respiremos hondo y salgamos, que llega el momento felicitaciones, besos y abrazos, de los cuales no se libra nuestro actor secundario.

Integrante de la Mesa Presidencial

Durante el banquete es tradición que el padrino se siente en la mesa presidencial junto a los novios (además de la madrina, y las parejas de ellos, o sea, madre y padre de las criaturas en cuestión). Además, es muy común que el padrino haga entrega a los invitados de un pequeño obsequio a modo de recuerdo de ese día, especialmente a los invitados varones. El puro cada vez está más pasado de moda, pero ¿a quién no le han regalado la típica botella de vino de recuerdo?

Primer baile con la novia después del baile nupcial

Por último, otro de los momento más emotivos de toda boda que se precie: el padrino es el encargado de, tras el primer baile inicial de los novios, bailar la siguiente canción con la novia, con su hija. Da igual ser buen o mal bailarín, da igual que haya mucha o poca gente mirando,  ahí estáis, tu hija y tú, con banda sonora de fondo, bailando como cuando era pequeña y sólo quería bailar contigo.

¿Qué sería de una boda sin nuestros padrinos? ¿Qué sería de nuestra vida sin nuestros padres? Ahora, que el día 19 de marzo, el día del Padre, lo tenemos a la vuelta de la esquina, no podía dedicar el post a otra persona distinta a esos papás. Ellos, que siempre serán nuestro primer amor, el primer caballero de nuestro cuento de princesas, nuestro mejor maestro y protector, nuestro confidente y cómplice. Ellos,  que en realidad no saben que no te sueltan el brazo en ese pasillo de la ceremonia, porque hay un lazo mucho más fuerte que nos  unirá siempre. ¡¡Gracias papás por tanto!! ¡¡Gracias papás por todo!!

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